Empate de local frente a Racing de Córdoba

Cómo todos los fines de semana de local, el estadio Tres de Febrero se adornó sonoramente de bombos, platillos y fuegos artificiales que cada tanto me hacían dar un salto de susto, y las canciones que ya se me empezaban a pegar. No parecía ser un fin de semana largo, en Almagro los hinchas dijeron presente. El club estaba primero que todo, un plan a la costa no iba a remplazar jamás el sentimiento de alentar, jamás iba a reemplazar la pasión.

El partido venía con debut de nuevo técnico para ambos equipos por lo que logro imaginar los nervios de todos los presentes por el inicio del encuentro. A las 15:25 las flameantes banderas color azul, blanco y negro agitadas por chicos del club le hicieron el pasillo de bienvenida a su casa al once del tricolor que salió acompañado de un grupo de niños TEA de Tres de Febrero.

El 11 se mostró como siempre firme de postura, las caras de ceño fruncido de parte de algunos en muestra de concentración y con aplausos hacía las tribunas, que al ser recíprocos se fusionaron en un abrazo invisible entre jugadores e hinchada. La muestra de afecto y agradecimiento por parte de ambos al mismo tiempo, el momento en el cual se dejaban salir todas las emociones.

Si bien el partido tenía horario de inicio 15:30, recién a esa hora salían entre chiflidos los de Racing de Córdoba a la cancha lo que demoró hasta 15:32 poder escuchar el primer pitido del árbitro.

Ahí nomás los locales pusieron primera y tras un pase que le quedo justo para hacer una vuelta en cámara lenta que deje atrás a quienes lo intentaban frenar, encaró solo el 11 Ángel González y no dio tiempo a nada, pateó al arco sutilmente en una picadita a la pelota. Estallaron los gritos de felicidad, hubo abrazos entre desconocidos y la voz del estadio terminó de anunciar el motivo del festejo “Gooool de Almagro, con el número 11 Ángel González “.

No había pasado un minuto que ya había ventaja numérica, quedaba mucho por jugarse, pero el primer tiempo se fue rápido, las primera tarjeta se hizo presente para Monti, el 11 de Racing de Córdoba, a los seis minutos, por la forma de cortar los pases parecía que los equipos barrenaban en la nieve y las tarjetas danzaban elevadas en la mano de Lousteau, cosa que no cambió en el segundo tiempo. Las llegadas al área prometían un encuentro para gritos de “Uh” cada dos por tres.

En los últimos 20 del primer tiempo dominó la Academia, que siempre quería enganchar por adentro en la búsqueda de esquivar defensores, y en entre tantos intentos las piernas de Machado como por inercia gambetearon a los defensores y desplegaron un bochazo que González logró tapar e impedir el empate antes de que se terminen los 45 iniciales. Pitido nuevamente del juez que marcó el final, los jugadores se acercaron a hablar con él y con la intriga de que le habrán comentado arrancó el armarse de paciencia durante 15 minutos sin fútbol.

Una vez que todos estuvieron acomodados y listos para el arranque, volvió a sonar el silbato, lo que no solo dio inicio al segundo tiempo, sino que también le dio la derecha a la garganta hinchada para salir de su descanso, para que estas vuelvan a desgarrarse cantando. La mitad arrancó bastante pareja, aunque ahora dominaba un poco más Almagro que lograba llegar fácilmente al área, y así se mantuvo, los equipos tomaban turnos para hacerse cargo de la posesión del balón, y cada tanto el encuentro debía detenerse para que entrara el cuerpo médico debido a las fuertes faltas.

Si bien las coberturas de espacio no eran la estrella del partido, salieron a relucir las jugadas individuales, lo que le dio más entretenimiento. Se esquivaban jugadores como si nada de parte de los dos equipos, y así lograban imponerse. La pelota rodaba suavemente entre jugadas lo que la hacía ver aún más bella de lo que era, parecía la toma de una película en la cual la protagonista deja ver sus rasgos únicos que la hacían totalmente perfecta. Y así, a los 31’ entre pases y un disturbio de jugadores tirados frente al arco, ella se metió por un costado tras golpear contra el travesaño, y dejó asentado el empate 1-1 por parte de Sánchez.

La tarde que recibió el debut de Cordon y Arzubialde comenzó a caer, y con ella se fue otro día futbolero, el empate dio por sentado el final tras un pequeño alargue de 5 minutos, y junto con el fresco que comenzó a sentirse cada vez más fuerte por la llegada del otoño la cancha poco a poco quedó vacía, lista para dentro de dos semanas ser hogar nuevamente de la magia de las jugadas, la mística de las canciones, ser adornada con los trapos que le dan su vestimenta de gala y la expectativa de todo lo que puede pasar en 90 minutos de fútbol.

 

Almagro formó con un 4-1-3-2: E. González en el arco, en la defensa García, Vitale, Yegros y Pinto, al medio fueron Castro, A. González, Luayza y Lattanzio, y en la delantera Dornell y Cucchi. DT: Jorge Cordón.

Los cambios se dieron en el segundo tiempo y de la siguiente forma: A los 46’ salió Lattanzio y entró Quiroga, a los 70’ salió Dornell y entró A. Rodriguez, y a los 78’ salió Castro y entró Gancedo.

El gol lo convirtió con el 11 A. González al minuto de empezar el primer tiempo.

El tricolor recibió un total de cinco amarillas: A. González a los 14’, Vitale a los 21’, Lattanzio a los 24’, Pinto a los 61’ y Luayza a los 66’.

 

Racing de Córdoba formó con un 4-1-3-2: Mattalia en el arco, Fernández, Ferrero, Albarracín y Chamorro en la defensa, Rostagno, Monti, Díaz y Machado Franco en el mediocampo, y Vignolo y Chavarría en la delantera. DT: Héctor Arzubialde.

Los cambios se dieron durante el segundo tiempo y de la siguiente forma: A los 46’ salió Monti y entró Gutiérrez, a los 75’ salieron Rostagno por Sánchez y Fernández por Abello, y a los 86’ salió Vignolo y entró Olivera.

El gol fue durante el segundo tiempo y lo convirtió con el 20 Sánchez a los 76’.

La Academia recibió un total de tres amarillas: Monti a los 7’, Fernández a los 19’ y Rostagno a los 45+1’.

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